¿Chica mala? ¿Chica irresistible?

Cuando le hablan de chicas malas, por lo general usted se remite al video de la canción 'Crazy' de Aerosmith. Puede asociar este concepto con dos mujeres vestidas de colegiales, escapando de un colegio, seduciendo al hombre de sus sueños y haciendo lo que ellas quieren entre sonidos propios del rock.

Si trasladamos el concepto a la actualidad podría ser Shakira en su canción 'Loba', quien mejor recopilaría la idea de chica mala.

Pero no sólo la chica mala es aquella que se pone un  vestido despampanante y es atrevida.

La chica mala es aquella que no entrega todo de golpe en una relación, sino que va dando poco a poco, de acuerdo a la evolución de las situaciones.

Una chica mala es aquella que puede hacerle ver a su pareja que no se muere si se va, que tiene el control de su vida. Esto puede hacerla más irresistible que una chica demasiado buena, que se lanza cegada a las brazos de un hombre y termina haciendo todo lo que él quiere.

¿Será que la chica buena sigue siendo elegida para ser la esposa y madre de los hijos de ellos? ¿Habrá cambiado ese concepto y ellos las prefieren más despiertas, realistas, abiertas de pensamiento?

Conozca cuáles son los 'pro' y contras de ser una chica muy buena y una chica mala.

Al final, solo usted escoge cuál quiere ser.


Hasta qué punto una mujer mala e irresistible

No confunde el concepto de mujer mala, con mujer promiscua. El tipo de maldad al cual se refiere este artículo es al grado de suspicacia que usted tenga con los hombres para tenerlos locamente enamorados. Varias publicaciones hechas sobre el tema recomiendan:

1. No acepte las invitaciones a última hora. No se convierta en la segunda opción de un hombre.

2. No sacrifique su descanso solo por verlo. Una mujer inteligente lo mantendrá con la expectativa hasta el otro día. Si él no puede al otro día, usted no tiene por qué acomodarse a las necesidades de él.

3. No se arriesgue a que esa persona que le encanta termine diciendo "ella es linda, tierna, inteligente, pero no le encuentro la química".

4. Logre enamorar tanto a su pareja que sea ella quien termine dándole explicaciones, diciéndole desesperado cuándo será su próximo encuentro. Terminará reportándose sin que usted lo exija.


Los contra de la chica demasiado buena:

1 El hombre puede cansarse de esperar, de pasar de más de diez citas sin saber qué quiere ella. Si no logra cautivarlo con sus donaires de niña buena, lo más seguro es que él se aburra.

2 Como nada en el mundo la haría tomar la iniciativa, podrían pasar en frente de ella candidatos interesantes pero sólo se sentaría a esperar una cita. Esto limitaría su selección.

3 Suelen ser esas personas sacrificadas por sus relaciones que terminan siendo mártires o venados por los constantes cachos


Los contra de las chicas malas:

1 Como sus atributos saltan a la vista, pocos querrán conocerla mucho más de lo que ella quiere mostrar o aparentar.

2 Les cuesta trabajo hacerle entender a la otra persona que ellas también quieren ser valoradas no solo por sus atributos.

3 ueden suscitar la envidia del género femenino si no saben manejar las relaciones. Es probable que esto las lleve a tener pocas amigas sinceras.


Los pro de la chica demasiado buena:

1.    Como sus atributos no salta a la vista, el hombre puede invertir mucho más tiempo en conocerla.

2.    Aprenden de la sutileza como arma de seducción.

3.    Tienen el don de la paciencia que otras mujeres no tienen, por eso no se aceleran ni terminan cometiendo un error tras otro.

4.    Logran relaciones estables y a largo plazo, incluso, son las mujeres que terminan casándose con su novio de más de 4 años


Los pro de las chicas malas:

1.    Sabe en qué momento sacar a relucir sus armas de conquista. No todo el tiempo, ni con todos.

2.    Sabe cuándo debe lucir como una mujer irresistible sin pasarse de la raya. Lo que menos quiere es terminar siendo la 'mostrona' del grupo.

3.    Saben provocar y mantener a la persona del sexo opuesto con todo su interés en ellas.

4.    Ser chicas malas les da la posibilidad de elegir y no de esperar a que sea él quien se acerque y establezca su primera cita.

5.    Juegan sus propias reglas, tienen confianza en sí mismas. Saben manejar sus relaciones como quieren, incluso, haciéndoles creer a ellos que tienen toda la razón.